El pulpo de aguas profundas es el «Molusco del Año 2025»

Muusoctopus recibió el mayor número de votos en la votación pública online, superando a las tres especies de caracoles marinos y a un mejillón, que también llegaron a ser finalistas del concurso.

La iniciativa conjunta de la Sociedad Senckenberg para la Investigación de la Naturaleza y Unitas Malacologica, la sociedad mundial para la investigación de moluscos, se ha celebrado este año por quinta vez. El genoma del ganador de ocho brazos se está secuenciando en su totalidad por primera vez.

El pulpo de aguas profundas Muusoctopus recibió más de 1.300 votos, superando al caracol Dragón Azul (Glaucus atlanticus), al caracol caracol conchófor del Atlántico (Xenophora conchyliophora), a la lapa exárata (Cellana exarata) y al mejillón de Islandia (Arctica islandica).

Schmidt Ocean Institute

En la votación participaron más de 4.000 aficionados a los moluscos. El género Muusoctopus incluye pulpos que viven en las profundidades gélidas de los océanos. Uno de los aspectos en los que se diferencian de sus parientes de aguas poco profundas es en que carecen de saco de tinta, una adaptación a la oscuridad de las profundidades marinas, donde acechan pocos depredadores.

El pulpo de aguas profundas fue nominado para el título de «Molusco del Año 2025» por la bióloga marina Fiorella Vásquez-Fallas, de la Universidad de Costa Rica.

«Los pulpos del género Muusoctopus son animales fascinantes», afirma Vásquez-Fallas.
«Hace poco se descubrió que una especie de Muusoctopus -el 'Pulpo Dorado'- forma enormes colonias de pulpos de aguas profundas a unos 3.000 metros de profundidad frente a las costas de Costa Rica.

Al parecer, las hembras de esta especie incuban sus huevos exclusivamente en las cálidas aguas de fumarolas hidrotermales, un comportamiento extraordinario que está revolucionando nuestra comprensión de la ecología, la reproducción y la evolución de las profundidades marinas. Estoy encantado de que Muusoctopus haya sido elegido «Molusco Internacional del Año 2025»».

Ahora también se obtendrán nuevos conocimientos sobre Muusoctopus mediante el análisis de su material genético, que está estrechamente relacionado con la obtención del mencionado título.

En Senckenberg secuenciaremos por primera vez el ADN del «Molusco del Año 2025». Esto nos permitirá conocer mejor la base genética de su extraordinario modo de vida y su adaptación a la vida en las profundidades marinas», informa la Dra. Carola Greve, del Instituto de Investigación Senckenberg y Museo de Ciencias Naturales de Fráncfort.

«Aunque los moluscos son el segundo grupo de animales con mayor biodiversidad a escala mundial, con una fascinante variedad de formas, estilos de vida y adaptaciones, sólo se han secuenciado completamente los genomas de un número relativamente reducido de especies de moluscos.
Por tanto, aún existe una gran laguna en nuestra comprensión de la base genómica de sus impresionantes características».

Después de que un jurado de investigadores de Senckenberg y Unitas Malacologica seleccionara entre más de 30 propuestas de la comunidad internacional dedicada a los moluscos cinco especies para la final, los aficionados a los caracoles, pulpos y similares pudieron votar online por su favorito del 3 al 31 de marzo.

Con 1.337 votos, Muusoctopus recibió alrededor de un tercio del total de 4.005 votos emitidos. El caracol dragón azul (Glaucus atlanticus) quedó en segundo lugar, seguido del mejillón de Islandia (Arctica islandica), el caracol conchófor del Atlántico (Xenophora conchyliophora) y la lapa exárata (Cellana exarata).

«Estamos encantados de que hayan vuelto a participar en la campaña este año tantos aficionados a los moluscos de todo el mundo. Muchas gracias a todos los investigadores que propusieron especies tan fantásticas para el concurso y a todos los que votaron por su favorito», dice encantada la Prof. Dra. Julia Sigwart, Jefa de Malacología del Instituto de Investigación Senckenberg y Museo de Ciencias Naturales de Fráncfort.

«Juntos contribuimos a que estos animales extraordinarios y a menudo subestimados reciban más atención.

Seguiremos trabajando para comprender mejor a los moluscos y para protegerlos a largo plazo.»